La biografía del ilustre caballero aragonés se conocía de manera superficial e incompleta, puesto que se habían conservado muy pocos documentos de ese periodo, siendo el Llibre del Fets de Jaime I una de las escasas fuentes a las que recurrían los historiadores. Afortunadamente, esta situación ha cambiado en los últimos años, merced a la labor de investigación llevada a cabo por D. Vicent García Edo, Profesor de Historia del Derecho en la Universidad Jaume I. El libro, de 240 páginas, presenta tres partes diferenciadas. En la primera se estudia la vida privada del personaje, su familia y su patrimonio. En la segunda parte, el Prof. García Edo aborda el episodio que más fama ha dado a don Blasco: la conquista del castillo y la villa de Morella (Castellón). La última parte está constituida por un completo apéndice documental que incluye la reproducción fotográfica de valiosos pergaminos, procedentes de archivos públicos y privados de la Comunidad Valenciana, Madrid y Cataluña.
Blasco de Alagón
Casanova en la ciudad levítica
Inspirada en el hecho cierto de que Giacomo Casanova, el célebre aventurero y seductor del siglo XVIII, viajó expresamente a Toledo, Baltasar Magro urde en esta novela histórica una trama que nos arrastra y mantiene el interés hasta la última página. La ciudad imperial dormía por entonces la siesta de pretéritos fastos en tanto mantenía enterrados y a buen recaudo los peligrosos testimonios de cuando había sido capital del conocimiento en el medievo. ¿Qué llevó al ilustrado Casanova, masón y rosacruz, a realizar este viaje? ¿Qué fue capaz de hallar en él? Toledo -"la ciudad levítica"- y sus misterios son, junto al inquieto veneciano, los auténticos protagonistas de esta novela, probablemente la más conseguida del autor.
La rosa de Coimbra
En el año del señor de 1623, un monje llamado fray Ramón de Alquézar ha atravesado tierra y mar para llegar hasta las puertas de la Santa Sede. Con él lleva un antiguo legajo con el que quiere demostrar la santidad de una mujer que vivió siglos atrás en Aragón y Portugal. El santo padre no le recibe pero sí acepta leer aquellas páginas antiguas que le descubrirán la piadosa y a veces triste vida de la reina Isabel de Portugal.