Egidio el granjero de Ham
Egidio el granjero de Ham no tenía el aspecto de un héroe. Era gordo y de barba roja y disfrutaba de una vida lenta y confortable. De pronto, un día, un gigante bastante sordo y corto de vista entró por error en las tierras de Egidio. Más por suerte que por habilidad, el granjero logró asustarlo y echarlo. La gente de la aldea lo vitoreó: Egidio el granjero era un héroe. La reputación de Egidio se extendió a lo largo y a lo ancho de todo el reino. Por tanto era natural que cuando el dragón Chrysophylax visitó la comarca todos pensaran que Egidio el granjero era el único que podía combatir con el dragón.